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La razón principal que hace que la transición a vehículos de transporte de cero emisiones sea compleja es el problema de la infraestructura de carga para camiones eléctricos.

Las medidas climáticas y medioambientales obligan a un transporte más limpio en la ciudad. Por lo tanto, las empresas necesitan agrupar los flujos de bienes. Pero eso cuesta dinero, requiere desviarse de patrones arraigados y, en general, es más fácil decirlo que hacerlo.

Las empresas que quieren utilizar camiones de cero emisiones tienen que contar con una planificación más complicada que con los vehículos diésel. La capacidad de transporte de un camión eléctrico es menor que la de una combinación de tractor y remolque. Esto significa que se necesitan más vehículos eléctricos para reemplazar un vehículo diésel.

Además, la gama de vehículos eléctricos de batería es limitada. Esto significa que programar los momentos de carga pasará a formar parte de la planificación diaria. Además, el tiempo de carga es mayor que cuando se reposta un vehículo diésel. Por lo tanto, los tiempos de carga deben programarse en la medida de lo posible en momentos en que un camión no esté conduciendo, como durante la noche, en los lugares de carga y descarga o durante los descansos.

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La capacidad de transporte de un camión eléctrico es menor que la de una combinación de tractor y remolque. Esto significa que se necesitan más vehículos eléctricos para reemplazar un vehículo diésel.

La razón principal que hace que la transición a vehículos de transporte de cero emisiones sea compleja es el problema de la infraestructura de carga para camiones eléctricos. El tiempo que se tarda en cargar un vehículo eléctrico a batería depende de la capacidad de la estación de carga. Si es necesario realizar una recarga durante el día, se requiere un sistema de carga rápida que funcione con una alta potencia.

La consecuencia es que la infraestructura de carga debe estar disponible en multitud de lugares. Además de los importantes costes de inversión, que pueden ascender a más de 350 170.000 euros por un solo poste con una conexión pesada (XNUMX kWh), el espacio limitado en la red eléctrica suele ser un problema.

Para abordar esta complejidad, los empresarios deberán comenzar a comprar vehículos eléctricos ahora, acordar nuevos patrones de implementación con los clientes y continuar presionando al gobierno y a los proveedores de energía para que cumplan con las condiciones previas, dice Machiel Bode, especialista del sector Transporte. Logística y Movilidad, ING Sector Banca.

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