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La conducción eléctrica ofrece importantes ahorros en costes operativos, especialmente cuando el coche se carga principalmente en casa o en el trabajo.

La carga de coches eléctricos tiene diferentes aspectos de coste que dependen de varios factores, como la ubicación de la carga, el tipo de estación de carga y si el propietario utiliza paneles solares. En este artículo analizamos los costes de cargar un coche eléctrico, tanto en casa como en estaciones de carga públicas, y los comparamos con los costes de conducir con combustibles tradicionales como gasolina y diésel.

Cargar un coche eléctrico en casa suele ser más barato que hacerlo en un punto de carga público. Los costes de recarga en casa pueden variar entre 0,25 y 0,35 euros por kWh, dependiendo de los precios de la electricidad y de si se utilizan paneles solares. Son posibles ahorros importantes para quienes tienen paneles solares instalados en casa. Estos pueden reducir significativamente los costos de electricidad, a veces hasta casi cero, especialmente si el sol proporciona suficiente energía para cargar el automóvil.

Por otro lado, los costes de carga en las estaciones de carga públicas son más elevados, debido a que los costes del servicio se suman a los precios normales de la electricidad. Los precios en las estaciones de carga públicas varían considerablemente y pueden oscilar entre 0,33 y 0,61 euros por kWh, dependiendo de la ubicación en los Países Bajos.

Conducir con electricidad suele ser más barato que conducir con gasolina o diésel. Cuando se puede cargar en casa o en el trabajo, los costes operativos de un coche eléctrico son significativamente menores que los de los coches que funcionan con combustibles tradicionales. Este contraste se vuelve aún más claro con los mayores costes de las estaciones de carga públicas, aunque incluso entonces la conducción eléctrica puede seguir siendo a menudo más barata.

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carga rápida
Foto: © Pitane Blue: carga rápida de hasta 300 KW

Los coches eléctricos juegan un papel clave en todos los planes de movilidad futuros. Para utilizar estos coches con éxito, por supuesto, debes poder cargarlos rápidamente.

La velocidad a la que se carga un coche también puede afectar a los costes. La carga rápida suele ser más cara que la carga estándar. Por ejemplo, la carga rápida puede costar hasta 0,65 euros por kWh, mientras que cargar en casa o en el trabajo puede resultar considerablemente más económico. El tiempo que se tarda en cargar un coche eléctrico también varía; una carga estándar en casa puede tardar muchas horas, mientras que la carga rápida es significativamente más rápida, pero a un coste mayor.

estaciones de carga

Al pasar a la conducción eléctrica, lo más importante es la elección de una estación de carga adecuada para su hogar. Las estaciones de carga fijas son una solución común para uso doméstico. Se instalan de forma permanente, a menudo en una pared o en un poste, y pueden suministrarse con o sin un cable de carga fijo. Este tipo de estación de carga es especialmente útil para hogares en los que el coche eléctrico se carga habitualmente en casa. Además, la elección de un modelo con o sin cable fijo puede ser importante dependiendo de la variedad de coches eléctricos que haya en el hogar o de las visitas con otros coches.

Además, existen estaciones de carga con toma, que no tienen cable fijo y a las que el usuario puede conectar diferentes tipos de cables de carga. Este tipo de estación de carga ofrece la máxima flexibilidad, especialmente útil en hogares con varios vehículos eléctricos o donde los huéspedes visitan regularmente con diferentes tipos de coches eléctricos.

Esta elección está fuertemente determinada por las necesidades individuales, las capacidades técnicas de la vivienda y el tipo de vehículo eléctrico. Existe una amplia gama de estaciones de carga disponibles, cada una con características específicas que responden a diferentes situaciones y preferencias.

Las estaciones de carga inteligentes ofrecen funciones avanzadas como la gestión de la carga a través de una aplicación, que permite a los usuarios programar la carga durante las horas de menor actividad para ahorrar costes y optimizar el consumo de energía. Esto no sólo ayuda a reducir los costes de electricidad, sino que también evita la sobrecarga de la red doméstica, un aspecto crucial para la estabilidad del suministro energético doméstico.

Para los hogares que necesitan una carga rápida, existen soluciones específicas como las estaciones de carga trifásicas. Utilizan corriente de alto voltaje y son especialmente adecuados para automóviles con una batería grande o para usuarios que desean cargar rápidamente su vehículo. La elección entre una estación de carga con conector Tipo 3 o Tipo 1 depende del tipo de coche y de lo más común en Europa, siendo el Tipo 2 el estándar.

Antes de comprar una estación de carga, es importante asesorarse bien. Un instalador profesional no sólo puede asesorar sobre la opción más adecuada, sino también evaluar la viabilidad técnica e identificar los ajustes necesarios en la instalación doméstica. Esto es esencial para garantizar una instalación segura y eficiente que satisfaga todas las necesidades.

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