El espacio aéreo holandés se ha vuelto cada vez más concurrido en las últimas décadas. Por encima de nuestro pequeño país no solo hay mucha aviación civil, sino que también se necesita espacio para vuelos militares. Para preparar la aviación para el futuro, se debe reconsiderar el diseño del espacio aéreo.

Al cambiar las rutas de vuelo para Schiphol, los aviones tienen espacio para descender más tarde, por lo que los pilotos tienen que acelerar menos y frenar menos. Esto significa menos ruido y emisiones de sustancias nocivas sobre las áreas residenciales y naturales alrededor de Schiphol.

Una forma en que esas rutas están cambiando es desmantelando el área de entrenamiento militar que ahora existe en el sureste de los Países Bajos y aumentando el área de entrenamiento en el norte. De esta forma, los aviones del sur ya no tienen que volar alrededor del área de ejercicio, por lo que pueden volar en una ruta más directa a Schiphol y otros aeropuertos.

Se está ampliando el área de entrenamiento militar sobre el norte del país. Como resultado, el nuevo F-35 también puede practicar mejor allí. El número de vuelos de entrenamiento militar no aumentará en el futuro. Con la adopción de esta decisión preferente, se establece globalmente la nueva división del espacio aéreo.

En los próximos años, hasta 2025, se seguirá elaborando esta división del espacio aéreo. Lo hacemos junto con las provincias, los municipios, el sector aeronáutico y las organizaciones de vecinos y de la naturaleza. Por lo tanto, debe quedar claro en los próximos años qué efecto tendrá la reclasificación del espacio aéreo por región. La implementación real comenzará a partir de 2025, y la reclasificación se introducirá paso a paso.