El desafío para los formuladores de políticas es encontrar un equilibrio entre los beneficios de la contratación y la retención de valiosos transportistas locales.
El sector del taxi se encuentra en una encrucijada crucial. Los centros de control han estado a cargo durante años, pero los últimos acontecimientos demuestran que su eficacia para resolver los problemas de transporte deja mucho que desear. Esto plantea la pregunta: ¿no sería una mejor solución elegir empresas de transporte locales?
Una de las mayores ventajas de las empresas de transporte locales es su profunda conexión con la región. A menudo comprenden mejor las necesidades, rutas y desafíos locales. Esto contrasta con los centros de control, que a menudo operan desde una perspectiva nacional y, por lo tanto, pueden pasar por alto los matices de las necesidades de transporte local. Y tenga en cuenta que la inteligencia artificial (IA) no es el camino que deberíamos tomar en los próximos años, sólo el sentido común es la solución.
Las empresas locales también suelen ser más flexibles y ágiles. Pueden responder más rápidamente a los cambios y tener líneas de toma de decisiones más cortas. Esta flexibilidad les permite brindar soluciones personalizadas que satisfagan mejor las necesidades de la comunidad local. Además, las empresas locales suelen tener vínculos más fuertes con sus empleados, lo que puede conducir a una mayor satisfacción de los empleados y un mejor servicio.
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Otro aspecto importante es el impacto económico. Al elegir empresas de transporte locales, se apoya la economía y el empleo locales. Esto puede crear una reacción en cadena positiva, en la que la comunidad local se beneficie de mejores servicios de transporte y al mismo tiempo impulse la economía local.
"En el contexto de las licitaciones públicas para servicios de transporte, hago un llamado a los administradores locales para que brinden a las empresas de taxis locales una oportunidad justa. Esta convocatoria se basa en reconocer el valor único que las empresas locales brindan, no solo en términos de servicio, sino también para el economía y comunidad local”.
Simplificar los trámites y reducir las barreras que impiden a las pequeñas empresas competir. Esto se puede hacer, entre otras cosas, dividiendo el proceso de licitación en contratos más pequeños que sean más factibles para los actores locales. Establecer criterios que valoren el conocimiento y la participación local. No hay que mirar sólo los costes, sino también el valor añadido que las empresas locales pueden ofrecer, como el conocimiento de la comunidad local y las iniciativas de sostenibilidad.
Involucrar a las empresas de taxis locales en la preparación de los documentos de licitación. Sus aportaciones pueden ser cruciales para formular requisitos y expectativas realistas y relevantes. Las licitaciones suelen verse como una forma de reducir costes. Al hacer que las empresas compitan entre sí, la esperanza es encontrar el proveedor más rentable. Esto puede dar lugar a precios más bajos para el cliente, lo que es especialmente importante para los servicios públicos donde los presupuestos son limitados.
El problema, sin embargo, es que los transportistas locales, que a menudo tienen un conocimiento profundo de las necesidades y condiciones locales, pueden quedar marginados de este proceso. Es posible que no tengan los recursos para competir en procesos de adquisiciones a gran escala o no puedan competir con las economías de escala de empresas más grandes.
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Al observar el desempeño de los centros de control, vemos que a menudo luchan con estructuras burocráticas complejas y una falta de conocimiento local. ¡Pero hay más! En los últimos años, la industria del taxi ha atravesado una fase convulsa, marcada por una serie de fracasos y deficiencias. Las empresas de transporte, que han ganado licitaciones a gran escala, parecen escudarse detrás de la excusa de la escasez de personal para justificar su incapacidad para prestar servicios adecuados. Esta situación plantea serias dudas sobre las adquisiciones, sobre la eficacia y la integridad de estas empresas en la ejecución de sus obligaciones contractuales.
Estas empresas, que a menudo ganaron licitaciones con grandes promesas y cotizaciones ambiciosas, ahora están dejando un rastro de decepción tanto entre los clientes como entre los usuarios finales. La excusa de la falta de personal no sólo es inadecuada sino también irrelevante en el contexto de los procedimientos de contratación. Al celebrar dichos acuerdos, se espera que una empresa tenga recursos y planificación suficientes para cumplir con los requisitos. Además, el envejecimiento de nuestro mercado laboral no es un hecho nuevo y ya era conocido cuando la empresa de transporte se presentó a la licitación.
Lo que es aún más preocupante es la tendencia de algunas empresas de transporte a presentarse como organizaciones socialmente líderes. Esta autopromoción parece ser una cortina de humo para ocultar sus defectos. Si bien afirman estar comprometidos a servir a los grupos vulnerables de la sociedad, fracasan estrepitosamente en el principio básico del transporte: transportar pasajeros a tiempo y de manera confiable. Este fracaso tiene consecuencias directas para las personas que dependen de estos servicios, como los pacientes que necesitan acudir a sus citas médicas o los estudiantes que necesitan llegar a tiempo a la escuela.
Es hora de que estas empresas rindan cuentas de sus acciones y enfrenten las consecuencias de no cumplir sus promesas.
Es interesante la posición de las empresas que han salido perdiendo en las licitaciones. Estas organizaciones no han tenido la oportunidad de poner en práctica su enfoque, que podría ser potencialmente más eficaz en términos de planificación y política de personal. La continua ignorancia de estas partes potencialmente capaces arroja una sombra sobre la equidad y transparencia del proceso de licitación.
El paso a empresas de transporte locales podría ser un cambio bienvenido en un sector que claramente necesita innovación y mejora. Tal como van las cosas ahora, tampoco funciona. Es hora de repensar el enfoque tradicional y brindar a las empresas locales la oportunidad de demostrar que pueden hacer una contribución valiosa a la industria del taxi local.
