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La aplicación de la ley por parte de la policía parece ser un vínculo esencial para reducir los riesgos.

El reciente auge de las fat bikes, un tipo de bicicleta eléctrica con neumáticos notablemente gruesos, genera preocupación sobre la seguridad vial. Capaces de alcanzar velocidades comparables a las de los ciclomotores, estas bicicletas se han convertido en una opción popular entre niños y adolescentes. Sin embargo, con el aumento de la popularidad y la velocidad, aumenta el riesgo de accidentes, lo que genera preocupación en ciudades como Ámsterdam.

La distinción entre bicicletas eléctricas normales y fatbikes de mayor potencia, que pueden alcanzar velocidades de más de 25 kilómetros por hora sin mucho esfuerzo de pedaleo, altera el equilibrio en los carriles bici. Este peligro se ve agravado por el hecho de que muchas de estas bicicletas están montadas ilegalmente, anulando incluso el seguro en caso de accidente. El hecho de que los niños pequeños también participen en este comportamiento riesgoso, a menudo sin plena conciencia de los peligros, aumenta la urgencia de actuar.

"Muchos jóvenes, que por así decirlo pueden andar en bicicleta sin ruedas, ahora circulan por las calles a 45 kilómetros por hora".

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accidente de bicicleta

Mientras Ámsterdam y otros municipios esperan una respuesta del ministro, las calles siguen siendo testigos de un panorama de tráfico en evolución que exige normas actualizadas y un comportamiento de conducción responsable.

El aumento de los accidentes en los carriles bici ha llevado a pedir una aplicación más estricta. La policía vigila y impone multas por conducir bicicletas eléctricas y fatbikes modificadas o ilegales. En casos graves, se incautan los vehículos. Para aumentar la conciencia, el enfoque también se centra en la información. Los padres y las escuelas desempeñan un papel crucial en estas campañas de información, que resaltan los riesgos de modificaciones ilegales en las bicicletas y llaman la atención sobre las consecuencias de circular por la vía pública.

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A pesar del debate sobre el uso obligatorio del casco para los ciclistas, las investigaciones muestran que dicha obligación puede tener un efecto adverso en la cultura ciclista y la salud pública. Ámsterdam apuesta más por fomentar el uso voluntario del casco, con especial atención a los niños y los ancianos. Como parte del Plan Plurianual de Seguridad en Bicicleta, se están preparando campañas a nivel nacional para promover el uso del casco en bicicleta.

Además de la información y la aplicación de la ley, los municipios se esfuerzan por adoptar medidas estructurales. A breve El ministro, firmado por Amsterdam y otros veinte municipios, pide un plan de acción. Este plan puede incluir la prohibición de la venta de equipos de alto rendimiento y el establecimiento de una edad mínima para el uso de bicicletas eléctricas.

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