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El ultimátum de Arriva expiró, aún no hay solución para la excesiva carga de trabajo.

Hay un fuerte llamado al cambio en el corazón de Twente. Los conductores de autobuses de Arriva, frustrados por lo que consideran condiciones laborales insostenibles, han decidido tomar medidas. El martes 12 de marzo, de 9:00 a 12:00 horas, dejarán de trabajar y se reunirán para una acción pública en la estación de Enschede. Esta acción marca un momento crucial en su lucha contra la carga de trabajo extrema que los agobia todos los días.

La situación en Twente es sintomática de una crisis más amplia en el transporte regional holandés, donde los empleados llevan mucho tiempo luchando con una presión laboral cada vez mayor, en parte debido a adquisiciones y ajustes en el sector. La asunción de las tareas de transporte de Keolis por parte de Arriva ha agravado especialmente la situación en Twente. Marijn van der Gaag, director de FNV Streektransport, explica los puntos críticos: “Se deben llegar a mejores acuerdos sobre los tiempos de conducción y descanso. Los conductores deberán, entre otras cosas, poder hacer una pausa consecutiva de 30 minutos. Con los horarios tan apretados que existen actualmente, los conductores apenas tienen tiempo para comer, ir al baño o estirar las piernas”.

El sindicato FNV ha lanzado un ultimátum a Arriva exigiendo que se tomen medidas para reducir la carga de trabajo. Este ultimátum ya ha expirado sin que se haya llegado a una solución. "Este es nuestro primer día de huelga", subraya Van der Gaag. “Le hemos dejado claro a Arriva que hay que hacer algo. Hasta ahora no ha surgido ninguna solución”.

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Arriva Países Bajos

Arriva Twente tiene más de 400 empleados, muchos de los cuales respaldan la necesidad de actuar. Existe una gran voluntad de actuar entre los miembros del sindicato y no se pueden descartar más huelgas si Arriva no encuentra una solución satisfactoria. “Los empleados realmente quieren que Arriva encuentre una solución para la excesiva carga de trabajo. Si eso no sucede, no descarto que se produzcan más huelgas", explica Van der Gaag.

La FNV aboga por respetar los antiguos tiempos de conducción y descanso, como también se aplicaban en Keolis, para llevar la carga de trabajo a un nivel aceptable. Esto no sólo beneficiaría a los conductores sino también, en última instancia, a los viajeros, porque los conductores podrán realizar mejor su trabajo.

Esta situación en Twente es una importante prueba para el futuro de Las condiciones de trabajo dentro del transporte público holandés. Muestra que los trabajadores están dispuestos a defender sus derechos y destaca la necesidad de diálogo y compromiso entre trabajadores y empleadores en este sector.

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