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Las nuevas regulaciones para las furgonetas eléctricas pueden afectar tanto a los empresarios como a la transición sostenible.

A partir del 1 de octubre, el panorama del tráfico holandés experimentará un cambio fundamental: el permiso de conducción B ya no será suficiente para conducir determinadas furgonetas eléctricas pesadas o taxis. Este desarrollo podría tener repercusiones significativas tanto para los empresarios como para la agenda más amplia del gobierno holandés para estimular la transición al transporte verde.

Hasta ahora existía una exención que permitía a los conductores conducir vehículos comerciales eléctricos de hasta 4250 kg con un permiso de conducción B. Esa exención ahora caducará. En la práctica, esto significa que cualquiera que quiera conducir un vehículo comercial eléctrico que pese más de 3500 kg deberá obtener un permiso de conducir de camión. Con el permiso de conducción B se pueden conducir coches y furgonetas con un peso total de hasta 3500 kilogramos y con un máximo de 8 plazas, excluyendo al conductor. Un ejemplo de este tipo de furgoneta eléctrica es la e-Ducato, con un peso total de 3500 kg y un peso neto de 2680 kg, lo que significa que sólo se permiten 820 kg en el espacio de carga.

Este cambio de reglas se produce en un momento en que el transporte eléctrico en los Países Bajos está experimentando un fuerte crecimiento. Según las estadísticas, en el país hay más de 20.000 vehículos comerciales totalmente eléctricos. Aunque la mayoría de estos vehículos pesan menos de 3500 kg, las nuevas normas podrían imponer una carga financiera significativa a las empresas que tienen o están considerando comprar vehículos eléctricos más pesados ​​en sus flotas.

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El dilema no sólo tiene una carga financiera sino también política. Por un lado, el gobierno quiere reducir las emisiones y fomentar la conducción eléctrica. Por otro lado, este cambio de ley amenaza con tener el efecto contrario. Los vehículos comerciales eléctricos ya son más caros que sus equivalentes diésel, y el coste adicional de una licencia de camión podría disuadir a las empresas de cambiar a vehículos eléctricos. El BOVAG, una asociación comercial del sector del automóvil, advierte que pueden tardar años en llegar a una legislación adecuada para abordar esta cuestión, sobre todo teniendo en cuenta la falta de un gabinete actual y las próximas elecciones y una posible formación prolongada.

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CBR

En cuanto a la solicitud de nuevas licencias de conducción de camiones, el CBR aún no puede proporcionar cifras específicas, pero un portavoz informó que el período de reserva nacional es actualmente de 7 semanas y el tiempo de espera varía según la región. En 2019, el gobierno concedió una exención a los conductores con permiso de conducir normal para conducir un vehículo comercial eléctrico de entre 3500 y 4250 kilos con el fin de reducir las emisiones. Ahora la situación parece estar cambiando en una dirección que podría ser contraproducente para estas ambiciones verdes. Ya se está preparando un cambio en la ley que debería permitir a los conductores con un permiso de conducir normal conducir también furgonetas eléctricas pesadas, pero debido a la incertidumbre política, esta solución todavía parece lejana.

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