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Las nuevas normas hacen posible en Flandes la adaptación de vehículos con motor de combustión a propulsión eléctrica.

Bajo el liderazgo de la Ministra de Movilidad y Obras Públicas, Lydia Peeters, el Gobierno flamenco decidió seguir promoviendo la movilidad sostenible en Flandes. Esta iniciativa permite a los fabricantes autorizados convertir vehículos con motor de combustión interna, como coches, camiones y motocicletas, en vehículos eléctricos o de pila de combustible de hidrógeno. Esta medida, que entrará en vigor a finales de 2023, sigue a la introducción de un marco legal por parte del gobierno federal en junio de 2023.

Los esfuerzos del gobierno ponen de relieve la importancia de mejorar la calidad del aire y hacer más ecológico el parque de vehículos en Flandes. Esto se ve reforzado por la introducción de la opción de modernización, un proceso que ya se había introducido anteriormente en países como Francia, pero que aún faltaba en Bélgica. Con la nueva normativa, los fabricantes reconocidos podrán presentar sus solicitudes a través del sistema online FASTLANE del Departamento de Movilidad y Obras Públicas.

Es importante destacar que la conversión de vehículos a propulsión eléctrica debe seguir estrictas normas de seguridad. Por ejemplo, es fundamental que no se supere la masa máxima del vehículo original para garantizar la seguridad de los ocupantes, de otros usuarios de la vía y de los servicios de emergencia. Superar esta masa puede provocar problemas de estabilidad, comportamiento de dirección y capacidad de frenado.

El procedimiento de homologación de un vehículo retrofit lo gestionan las Regiones, previa verificación de los requisitos técnicos y administrativos por parte del Departamento de Movilidad y Obras Públicas. Con la aprobación definitiva de estas normas por parte del Gobierno flamenco y la publicación prevista en el Boletín Oficial belga a finales de este año, se abre una nueva era de movilidad sostenible en Flandes.

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Al hacer posible convertir los vehículos existentes a sistemas de propulsión eléctricos o de pila de combustible de hidrógeno, se proporciona una alternativa a la compra de vehículos eléctricos completamente nuevos. Esto puede resultar atractivo para z

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Foto de : Pitane Blue - VW

No se puede subestimar la importancia de la seguridad en este proceso. Los requisitos técnicos que deben cumplir los vehículos los determina la FPS Movilidad y Transportes, en base a la normativa europea. Estos requisitos garantizan que los vehículos modernizados sean seguros tanto para el conductor como para el resto de usuarios de la vía. La homologación por regiones garantiza que estos vehículos cumplan con las normas y regulaciones tanto nacionales como regionales.

El ministro Peeters destaca la importancia del programa de modernización señalando la creciente demanda de vehículos eléctricos. Esta medida se considera un avance crucial para satisfacer tanto las necesidades de la industria como las obligaciones ambientales. Al permitir la modernización, ofrece una solución práctica e innovadora a los desafíos asociados con la transición a los vehículos eléctricos. Esto demuestra una comprensión clara del complejo equilibrio entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente.

También destaca la necesidad de respetar estrictas normas de seguridad al convertir vehículos. Este enfoque en la seguridad es un aspecto crucial de su política, ya que aborda las preocupaciones del público sobre la estabilidad, la dirección y las capacidades de frenado de los vehículos convertidos. El hecho de que Peeters aborde específicamente este tema demuestra que comprende la complejidad y los posibles riesgos del proceso de modernización.

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GRP

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El concepto de retrofit, que consiste en convertir vehículos con motor de combustión existentes en vehículos eléctricos o de pila de combustible de hidrógeno, representa una evolución importante en la industria del automóvil y la movilidad sostenible. Este enfoque ofrece una alternativa a la compra de vehículos eléctricos completamente nuevos y desempeña un papel crucial en la transición hacia un futuro más sostenible.

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La modernización consiste en sustituir los motores tradicionales de gasolina o diésel por motores eléctricos o pilas de combustible de hidrógeno. Este proceso también incluye la instalación de componentes asociados como baterías, cableado eléctrico y, en ocasiones, incluso el rediseño de ciertas partes del vehículo para dejar espacio para estos nuevos componentes. Además de los ajustes técnicos, también se adaptan el software y los sistemas operativos del vehículo para soportar la nueva propulsión eléctrica.

Esta conversión ofrece varias ventajas. En primer lugar, ayuda a prolongar la vida útil de los vehículos existentes, lo que puede resultar económicamente beneficioso para los propietarios y ayuda a reducir los residuos y la necesidad de nuevas materias primas. Además, la modernización puede contribuir a la reducción de las emisiones de CO2 y la contaminación del aire, ya que los vehículos eléctricos no producen emisiones mientras conducen.

Sin embargo, un aspecto importante del proceso de modernización es el cumplimiento de las normas de seguridad. La conversión de un vehículo plantea desafíos técnicos, incluido el mantenimiento de la integridad estructural del vehículo y la garantía de la seguridad de sus ocupantes y otros usuarios de la vía. Por ejemplo, no se podrá superar la masa máxima del vehículo, ya que esto puede afectar a la estabilidad y a la capacidad de frenada.

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